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> Un piso mudante

Madrid, España
2020

Este proyecto es la rehabilitación de un apartamento de 44m2 para un músico y performer en el barrio de Lavapiés de Madrid. Se han empleado cuatro estrategias:

I) Mantener la mayor cantidad de preexistencias. Se conservan todas las baldosas y revestimientos originales de baño y cocina de la que se mantiene el 90% de muebles. A pesar de tener estos, geometrías y acabados que se suelen considerar estéticamente indeseables, según los imaginarios hegemónicos contemporáneos, con recubrimientos de imitación madera, tiradores neo románticos y geometrías heterogéneas, estos estaban en muy buen estado y eran perfectamente reutilizables, incluida la nevera, y por tanto se mantienen. Una capa de pintura reemplaza al derribo de estas piezas y consecuentemente reduce la generación de escombros. El objeto aparentemente “más feo” del apartamento anterior (la cocina) se convierte en objeto de deseo, un nuevo objeto escultórico y sorprendente dentro del hogar.














II) Conseguir un almacenamiento de gran capacidad, flexible, de muy bajo coste y multiusos. En todo el perímetro se construye un sistema a partir de cremalleras metálicas que sostienen baldas de madera. Sobre un riel paralelo a las estanterías cuelgan diferentes paños de cortinas independientes, que permiten armar múltiples configuraciones para ocultar o desplegar los objetos almacenados, y poder generar, si se quiere, pequeños “escenarios domésticos”. El almacenamiento es a la vez colchón acústico.

III) Dar lugar a atmósferas cambiantes a través de un sistema de iluminación múltiple. Se fabrican luminarias a partir de objetos cotidianos domésticos tales como escurridores para fregonas, coladores, embudos y exprimidores de diferentes colores. Se accionan de manera independiente. Estas luminarias generan diferentes ambientes en el interior. ¿La casa como lugar de soledad, tranquilidad y sosiego?, ¿la casa como refugio erótico? ¿Cómo espacio social y festivo?















IV) Facilitar diferentes usos a través de muebles móviles: una mesa con ruedas, cuyas patas fueron construidas con piezas de desecho, funciona como comedor o para estudiar. Un sofá rodante también es chaise longue. Pegado a la cama hace que juntos funcionen como una topografía blanda que permite ser usada a través de diferentes posiciones corporales.

La arquitectura ofrece un sistema de múltiples opciones singulares para que sea el habitante quien diseñe su(s) viviendas(s) a la par que vive su día a día. La casa es una plataforma multiusos, un refugio mudante.


























Equipo: Camilo García y Diego Barajas con Marta Amírola, Almudena Tenorio, Elena del Cura, Iván Parra / Textiles: Husos y Fethallah Kadiri / Texto: Camilo García y Diego Barajas / Obra: Husos administración delegada. Carpintería: Verticales Formé / Albañilería, instalaciones y carpintería exterior: Manisan S.L. / Fotografía: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán y Rocío Romero) e Impresiones cotidianas (Juan Asolot) / Fecha de terminación: junio 2020.