Este trabajo consiste en una serie de
arquitecturas animales que contribuyen, por un lado, a la preservación de la
biodiversidad y por otro, al control biológico de la oruga procesionaria en
pinares del mediterráneo y de otros lugares donde es común la sobrepoblación de
esta especie. Actualmente una parte significativa de los pinares mediterráneos
presenta desequilibrios ambientales importantes, por ejemplo, en cuanto a la pérdida de biodiversidad y a
la sobrepoblación de especies. Estos cambios en gran medida son consecuencia
del calentamiento global y de determinadas acciones humanas directas en este
tipo de entornos. Entre las
acciones claramente perjudiciales para la biodiversidad en los bosques están
las fumigaciones para erradicar especies sobreabundantes, ya que son
actuaciones que no solo suelen afectar a la especie objetivo sino también a
otras de manera indirecta. Los esfuerzos para erradicar con pesticidas la sobrepoblación de la oruga
procesionaria del pino son un ejemplo de estas acciones, y hoy en día es quizás
uno de los casos de fumigación más preocupantes en este, así como en otros
bosques mediterráneos.
La aspersión de insecticidas supone un ataque directo contra la
procesionaria, en lugar de tratar el problema de su sobrepoblación a través de
acciones integrales de cuidado del bosque sin excluirla. Estas acciones pueden
tener en cuenta, por ejemplo, el control biológico de la oruga a través de
cuidar y fomentar la biodiversidad.