Antes de la rehabilitación, el apartamento era un espacio energéticamente
deficiente y oscuro. Estaba orientado casi por completo al norte y al oeste, a
excepción de una ventana que da a un patio de luces y es la única orientada al
sur, la orientación más favorable climáticamente, pero que sin embargo en este
caso estaba vinculada a un pasillo y a un trastero. A la vez que responde a
necesidades y deseos específicos, la Bathyard home funciona como un pequeño
campo de pruebas para repensar la relación entre la vivienda y el tradicional patio
de luces, típico en ciudades mediterráneas densas como Madrid y explorar nuevas
formas de dotar a este espacio, generalmente desatendido, de nuevos valores
sociales y climáticos. Es decir, que para esta
familia funciona como un baño polivalente, a veces de uso individual y a veces
de uso compartido. Sin embargo, por medio de ajustes relativamente simples (por
ejemplo, retirando la bañera), este espacio “patio trasero” podría acomodar
perfectamente otros usos distintos al del baño.